
Protagonista: Sheila Bridges
Sheila Bridges, la protagonista de esta entrada, nació en Filadefia y estudió Diseño y Artes Decorativas en Nueva York y Florencia. En 1986 se trasladó a Nueva York y en 1994 fundó su propia empresa de diseño de interiores. Ha aparecido en las mejores revistas de decoración, ha ganado infinidad de premios en esta materia y es autora de varios libros, entre ellos, uno muy especial, titulado Furnishing Forward Bridges: una guía elaborada para ayudar a jóvenes (y no tan jóvenes) que deseen decorar su primera vivienda. Con esta guía, Bridges, pretende ayudar al lector encontrar un estilo personal para decorar su hogar sin salirse de un presupuesto, animándole a que adquiera muebles y piezas decorativas de calidad que perduraran durante toda la vida o, al menos, durante muchos años.

Interior de la sala de estar de una casa en Reikiavic. Fotografía vía www.sheilabridges.com
En 1996, la pasión de Sheila por los interiores la llevó a diseñar muebles, accesorios de decoración, toiles de Jouy y papeles pintados. Sus diseños han sido exhibidos exposiciones y museos de Estados Unidos y Europa, incluyendo el Museo de Arte y Diseño de Nueva York, el Museo de Brooklyn, el Museo de la Ciudad de Nueva York y el Musee De La Toile De Jouy en Jouy-en-Josas.
Para este post, Constance ha elegido dos de sus proyectos: una casa en Manhattan y su propia casa en Harlem. Dentro de los dos trabajos (predominantemente clásicos y de estilo inglés, aunque si os apetece echar un vistazo en su web, podréis encontrar otros más modernos) hemos tratado de sintetizar aquellos detalles, muebles y papeles pintados que más nos han llamado la atención y que, en nuestra humilde opinión, le aportan más encanto a cada una de estas viviendas. Sí, es muy posible que nos dejemos muchos detalles, porque nos ha encantado su estilo, pero, de lo contrario, este post no finalizaría nunca.
1.-Manhattan
Empezamos con esta casa en situada en Gramercy Park (Manhattan):
Esta chimenea de estilo victoriano es el alma de esta sala de estar. Sin lugar a dudas, vale la pena hacer un esfuerzo en investigar los orígenes del estilo de cualquier casa antigua que estemos pensando en reformar (toda una aventura). Las primeras chimeneas de este estilo (1807-1901) tenían el bastidor decorado con profusión de adornos florales. Con el tiempo este diseño se fue depurando, las flores perdieron su protagonismo en favor de las formas geométricas limpias como la de la fotografía que vamos a ver a continuación. Por ello, deducimos que esta chimenea no es de una época muy temprana. «Aun así, no sería yo quien quitara los adornos florales en una chimenea de estas características, si los tuviera, claro», sentencia Constance:
En esta fotografía de la biblioteca podemos contemplar esta silla, no sabemos si georgiana, regencia o victoriana, nos ha sido muy difícil establecer un periodo (ni con la ayuda de la Guía Millers), porque comenzaron a fabricarse, por lo que hemos podido investigar, entre 1780 y 1811. Solían elaborarse en madera de caoba, su respaldo es ovalado y los tapiceros de aquellas épocas solían añadir un asiento tapizado con muelles en su interior. Probablemente, esta silla de la fotografía formaba parte de un juego de sillas de comedor. Se trata de un mueble difícil de encontrar, raro y excepcional. Vale la pena, si es que os gustan tanto como a Constance las antiguedades, batallar por una de estas piezas:
De este comedor, además de sus maravillosos ventanales, las bellísimas cornisas y la mesa, nos ha gustado la lámpara de techo de estilo provenzal con brazos curvados, elaborada artesanalmente, a base de hierro forjado con aplicaciones de madera:
Sobre esta chimenea este original retrato de grupo (atención al contraste entre la intensidad de los colores de esta pintura y el blanco roto de las paredes) :
De esta cocina completamente blanca, destacamos su luminosidad, su mesa central que invita a quedarse, el alicatado con baldosa de metro y la cocina industrial, ideal para todos los amantes de la buena mesa:
En esta otra zona de la cocina destacamos el fregadero de piedra estilo Bellstaf que se adapta perfectamente a ambientes modernos. Este tipo de fregaderos (incluyendo los que sobresalen del mueble) son perfectos para amueblar cocinas en las que se desee conseguir un estilo de casa de campo. Sí, en la ciudad también se puede tener una cocina como la de esta fotografía:
De esta habitación infantil nos ha encantado la elección del color de las paredes, el contraste que hace con la carpintería lacada en blanco y la colcha de patchwork:
Del baño infantil, nos quedamos con la cenefa de madera y el papel pintado con motivos de rayas de camisa en azul y rojo:
2.- Harlem
La residencia de Sheila Bridges en Harlem está situada en uno de los edificios emblemáticos de Harlem: Graham Court, concebido y diseñado por los arquitectos Clinton y Russell y construido en 1901 para la familia Astor.
De este salón nos ha fascinado, —además del color azul con un cierto toque grisáceo (como si estuviera patinado) tan especial y que lo envuelve todo— , el mueble de escritorio y los espejos de ojo de buey o girandole de los que hablamos en esta entrada porque lo presiden todo:
De este rincón de la cocina nos han encantado esta pareja de sillas con respaldo de lira. Esta silla, originalmente diseñada por el ebanista francés Georges Jacob (1739-1814), suele estar elaborada en madera de caoba con aplicaciones de bronce cincelado y dorado. La lira simboliza la Armonía y las flechas de Cupido. A diferencia de los muebles pesados del periodo barroco, estas sillas (ahí reside su encanto) son estilizadas y ligeras y permiten que las cambiemos con facilidad de una estancia a otra de la casa. Su producción tuvo lugar en las últimas décadas del siglo XVIII y los primeros años del siglo XIX. «Son divinas, románticas y elegantes», dice Constance (quien posiblemente ya haya añadido alguna de ellas a su lista de deseos imposibles). Atención al papel pintado de la cocina diseño de Sheila Bridges modelo Torino Damask inspirado en los patios barrocos de Turín:
E inspirada igualmente por sus frecuentes visitas a museos como el Rijksmuseum, MoMa, el Museo Van Gogh y el Louvre, Sheila diseñó esté papel pintado modelo Van Doe con la idea de parodiar obras algunas de las obras de arte más reconocibles del mundo. De esta manera reemplazó las cabezas humanas de determinados retratos por cabezas de ciervo:
Entre interiores clásicos, muebles victorianos, carpinterías blancas y papeles pintados nos despedimos hasta la próxima entrada. ¿Os gustan las antigüedades?
Nos vemos.
Si os ha gustado el artículo, os damos las gracias por compartir.
Fotografías
www.sheilabridges.com
Nos gusta mucho el estilo de esta decoradora, sobre todo por el protagonismo que le da al color. El tono elegido para el salón y la cocina de su casa es de lo más elegante y relajante; nos ha chiflado, igual que el impacto de esa pared naranja, muy teatral…
Un beso enorme de las dos
J&Y
Hola, me ha encantado esta decoradora, muy buena,y respondiendo a tu pregunta de si nos gustan las antigüedades, responderé que mucho,tanto, que me casé con una….je,je,je.
Un abrazo.
Tiny.
Jajajaja!!!!!: espero, por tu bien, que la “antiguedad” no pase por aquí.
Un beso Tiny, gracias por hacerme reír!!!
Hola, Laura: Que proyectos tan bonitos. Soy una apasionada del color así que he disfrutado mucho viéndolos. Me quedo con la cocina de Manhattan. Besos!