
Loza de Gien
La fábrica de porcelana fina o loza de Gien, a la que vamos a dedicar hoy esta entrada, se encuentra situada en el departamento de Loiret en la parte central de Francia. Nos hacía ilusión hablar de estas piezas, y además, a poco que busquéis en muchas webs de objetos vintage y antigüedades podréis daros cuenta de que, algunos de los modelos que vamos a ver a continuación, están de rabiosa actualidad. Aquí podemos contemplar un ejemplo:

Fotografía vía Proantic
La historia de la loza de Gien la inicia un empresario inglés llamado Thomas Edme Hulm, que adquirió unos terrenos con sus correspondientes edificaciones en el antiguo convento de la Orden de los Mínimos (originaria del siglo XVI), en Gien, para crear una fábrica de porcelana de estilo inglés.
«Algo similar haría otro inglés, Carlos Pickman, en España, adquiriendo el Monasterio cartujo de Santa María de las Cuevas de Sevilla en el año 1841 y fundando la Fábrica de loza La Cartuja de Sevilla Pickman, S.A. ¿Quién no tiene en casa una vajilla Pickam heredada de su madre o de su abuela? De hecho, la loza de Gien (aunque tiene un aire muy francés) tiene modelos que me recuerdan muchísimo a los de Pickman», dice Constance, que hace poco tuvo la suerte de contemplar una colección Pickman particular muy antigua.

Pareja de platos llanos de Gien de finales del siglo XIX decorados en azul y blanco con forma lígeramente festoneada. Se trata de un modelo de 1838 de los archivos de la fábrica. Es el modelo Ruen 37 que se fabrica en la actualidad y podremos contemplar en su edición actual en la galería. Fotografía vía www.trocadero.com
Lo cierto es que Thomas Edme Hulm acababa de perder una fábrica creada por su familia: la fábrica de porcelana de Creil Montereau.
«Hace falta valor y mucho carácter para volver a emprender después de una experiencia de estas características. Quizá sea este el rasgo que caracteriza a los verdaderos empresarios, pero no deja de tener mérito», continúa Constance, desviándose del tema.
La empresa cambio varias veces de propietarios entre 1826 y 1862. En el año 1842 adquiere la manufacura que le hacía la competencia: la Faïencerie Briare. En 1875 (después de volver a cambiar varias veces de propietaros) la empresa pasa a demoniarse Faïencerie de Gien y hasta el año 1983 (en que volvió a quebrar) perteneció a la misma familia. Posteriormente, la adquirió otro propietario y aún sigue en pie.
En la Faïencerie de Gien se dedicaban fundamentalmente a la producción de vajillas para ajuar doméstico, lámparas de aceite y azulejos. En 1870 desarrollaron la técnica del esmalte cloisoné (o alveolado). Se trata de una técnica de origen chino que consiste en soldar alambres que forman dibujos sobre una pieza metálica. Las concavidades de estos dibujos se rellenan posteriormente con esmalte que será cocido, a 1200 ºC. Aquí tenemos un ejemplo. No se trata de loza de Gien sino de dos jarrones chinos. Se puede ver perfectamente la separación mediante dibujos del esmalte (como si formara un puzle):

Pareja de jarrones chinos (dinastía King) en los que se ha utilizado la técnica de cloisonné (o alveolado)
Se inspiraron en el Renacimiento Italiano e imitaron la fayenza (loza de fayenza): una cerámica vidriada sobre loza fina que se logra con una mezcla arcillo-silícea cocida entre 1000 y 1300 ºC, cubierta posteriormente con esmalte opaco. A veces, esta cerámica es considerada como un sinónimo de mayólica. El origen de su nombre viene de Faenza, ciudad italiana en la que se empezó a elaborar durante el Renacimiento este tipo de mayólica. En Gien también Imitaron el estilo de la porcelana de Sajonia, los paisajes de la porcelana de Marsella, la porcelana de Wedgwood, la porcelana china etc.

Una de las primeras primeras piezas hechas en Gien en estilo renacentista. Nos encanta el fondo en azul cobalto. Fotografía vía www.mmarkley.com (M. Markley Antiques)
Y vamos a pasar a contemplar modelos más actuales mezclados con piezas antiguas:
1.- Alice
Diseño de Valery Roy con motivos de jacintos,pensamientos, sombreado en azules y grises:
2.- Millefleurs
Diseño de Isabelle Borchgrave con motivos de pensamientos, arándanos, geranios y camelias. Es atemporal. No nos atrevemos a decir lo mismo del modelo anterior:
3.-Bagatelle
Diseño de Agathe Charlot con motivos de flores y motivos geométricos. Esta colección de adapta a cualquier estación del año. No se trata de colores excesivamente vibrantes ni demasiado apagados. Tiene un punto medio perfecto:
3.- Oiseaux de paradis
Un modelo de los archivos de Gien. Se trata de aves del paraíso. El borde en forma de concha rematado con un hilo azul y ese aspecto un tanto infantil de estas aves la hacen muy especial:
4.- París
Y sus monumentos:
5.- Rouen 37
Este modelo de los archivos de Gien es una reedición de otro de 1838 (hemos visto una pareja de platos llanos antiguos al principio de este post de este mismo modelo). Es un clásico en azul y blanco pintado a mano:
4.- Varios modelos antiguos de loza Gien
Que pueden gustarnos tanto (o más) que los actuales:

Fotografía vía French Metro Antiques

Fotografía vía Pinterest

Fotografía vía Pinterest

Fotografía vía Nicolas Giovannoni www.paulbert-serpette.com

Fotografía vía Antigüedades Merale www.antiguedadesmerale.es
5.- Bouquet
Diseño de Laurence Mosneron Dupin inspirado por la belleza de las flores otoñales y de la vendimia. Se compone de colores suaves y cálidos:
5.- Tulipes
Otro antiguo modelo de los archivos de Gien. El patrón de tulipán se ha utilizado muchísimo en la loza de Gien. Se trata de una versión más modernizada en blanco y negro:

Foto vía www.gien.com
6.- Route des Indes
Diseñado por Arnaud d’Aunay inspirándose en un viaje que realizó a la India. Se trata de un diseño muy colorista, detallado y sofisticado:
7.- Solonge
Este plato de postre con un faisán como motivo principal, pertenece a la línea Prestige de Gien. Está pintado a mano por la artista Estelle Rebottaro:
8.- Pivoines
Peonías opulentas en versión oriental. Es uno de los modelos más famososo de Gien. Se fabrica con el mismo patrón desde el siglo XIX. En esta fotografía podemos contemplar dos modelos: uno multicolor y el segundo en colores blancos y azules denominado Pivoines Bleues :
La verdad es que la web dispone de otros modelos que nos han encantado pero esta entrada nunca tendría fin. Se trata de una porcelana sencilla (la mayor parte de las veces), romántica, francesa, muy doméstica, con un encanto especial, que esperamos que os haya gustado tanto como a nosotros.
Nos despedimos (en un día muy convulso, para qué negarlo), inciando el mes de octubre y deseando que tengaís una feliz semana.
Hasta la próxima entrada.
Si os ha gustado el artículo, os damos las gracias por compartir.
Resto de fotografías e imagen destacada
www.gien.com
Muy interesante!! El modelo Rouen se parece mucho al imperio de La Cartuja y hay otro casi igual a uno de Sandeman McDougall. Parece que, ya entonces, había cierta “globalización” en las modas “vajilleras”
Totalmente de acuerdo Paz. Pienso que siempre, salvo excepciones, se siguen tendencias. Una de las tendencias más marcadas en la elaboración de las porcelanas, a
mi juicio, fue la época en que la porcelana de Sèvres reproducía en sus piezas cuadros de Jacques-Luis David y el resto de las piezas eran
era doradas y otra época en que todos los ceramistas copiaban lo que hacía Meissen (en especial las flores). De esas piezas puedes ver en todos lados. Un beso!
Te podrás imaginar, Laura, que por Sevilla y provincia, en casi todas las casas hay una vajilla de la Cartuja, incluidas las nuestras, claro… Y es cierto que sus modelos presentan muchas similitudes con algunos de la loza de Gien, sobre todo los de factura más clásica, a nuestro humilde parecer. De los más actuales nos ha enamorado el modelo “Route del Indes”, por su colorido y el motivo, tan original.
Besos mil de las dos
J&Y
En Sevilla seguro. Pero es que en Mallorca hay una barbaridad. Es algo que no deja de llamarme la atención. Aún con la distancia que había (más si pensamos en esa distancia en el siglo XIX) en que no existía Amazón. Casi todas las familias de Mallorca tienen su vajilla de la Cartuja. Otra opción era Manises pero era una cerámica más destinada a platos de adorno. Un beso a las dos.
Qué preciosidad, Laura. Ya sea para decorar o comer en ellas… la del faisán es una maravilla. Por lo demás, soy una enamorada de las flores así que he disfrutado mucho este post. Un besazo!
La del faisán está pintada a mano. Gracias Isa. Un beso!