
Holker Hall
Después de este obligado parón por circunstancias personales, vamos a tratar de de reemprender y queremos hacerlo con Holker Hall, una country house muy acorde con la línea del blog; con cuya entrada, empezamos a trabajar el pasado 16 de mayo y por un acontecimiento imprevisto, dejamos en borrador. Hace unos días le comentaba a Constance una lectora del blog los siguiente: «hay momentos en que la propia vida nos detiene, pero hay que volver a empezar».
La muerte de un familiar (en este caso la de mi padre) no es un trago fácil de digerir, pero en términos generales, no es no es ninguna novedad, forma parte del ciclo de la vida. Sin embargo; he extraído de esta vivencia una parte positiva (que trato de aprender a hallar en todas las experiencias dolorosas que me suceden): el hecho de ser conscientes de que algún día dejaremos de existir nos puede hacer valorar más todo aquello que hoy podemos disfrutar y sentir. Conocer que existe un final, puede hacernos vivir el presente con mayor intensidad, aprovechando al máximo cada instante que respiramos.
Así que, continuamos…
Holker es el hogar de Lucy Cavendish y su esposo Tor McLaren.
No es nada fácil que una casa de campo inglesa no haya sido vendida en 400 años, pero Holker Hall ha pasado a través de tres generaciones por herencia desde 1610.
A lo largo de los siglos, los sucesivos propietarios de Holker han alterado, ampliado, demolido, y reconfigurado esta casa hasta el punto que es casi imposible contar la historia de este edificio. Se sabe que hubo una vivienda en el sitio en el siglo XV y es probable que la casa que podemos contemplar en estas fotografías creciera gradualmente alrededor de una granja. A la parte más antigua de esta vivienda se la conoce como la “sala marrón”. Se trata de una sala panelada en madera que dispone de tres puertas interiores y una cuarta que conduce al jardín.
Arquitectónicamente la casa es más confortable que sofisticada, pero su posición, a la vista de un estuario en la costa norte de la Bahía de Morecambe y las montañas del Distrito de los Lagos al sur la acaba dotando de una belleza extraordinaria.
Si hay algo excepcional en Holker (pronunciada ‘Hooker’), es lo mucho que ha sido ha sido amada y disfrutada por las sucesivas generaciones que la han habitado.
La ex editora de House & Garden, Susan Crewe, pasó en esta hermosa casa que ha pasado por tres familias por herencia desde 1610 y, a veces a través de mujeres.
« Es la casa en la que nací, crecí y a la que a menudo regreso con alegría. Mi padre, Richard Cavendish, heredó a Holker tras la muerte de su propio padre en 1946, justo después del final de la Segunda Guerra Mundial, pero también heredó deudas colosales y un patrimonio agotado por las exigencias de tiempos de guerra. Él y mi madre eran jóvenes y tenían niños pequeños, y a pesar de que se les aconsejó vender todo, decidieron luchar por ello. Durante los próximos 26 años, abrieron el ala victoriana y el jardín al público. Convirtieron otra ala de la casa en apartamentos e intentaron, por todos los medios posibles, hacer que las diversas empresas de la propiedad fueran productivas»
En estos días, la entrada a la casa es la antítesis de una gran puerta de entrada, se accede por una una estrecha puerta de hierro forjado situada en una pared y un corto pasaje que no está muy lejos de un callejón.. El ala victoriana uno de los espacios más vistosos de la casa, dotada de torres, cúpulas, vidrieras, y un enorme pórtico y puerta de entrada. También fue un regalo absoluto para mis padres, quienes pudieron abrirlo al público en 1949, dejándose una parte de la casa más antigua y mucho más manejable para vivir en ella.
Si la misión de los padres de Lucy fue salvar y proteger a Holker, su hermano y su esposa la han magnificado. Nunca dos personas han vivido más plenamente en una casa o la han convertido en un lugar tan acogedor.

Fotografía vía www.holker.co.uk

Fotografía vía www.holker.co.uk
Con paz y sosiego y bastante calor en esta zona del mediterráneo, nos despedimos hasta la próxima entrada.
Esperamos que estéis disfrutado del verano y de las merecidas y necesarias vacaciones.
Nos vemos en la próxima entrada.
Si os ha gustado la entrada os damos las gracias por compartir.
Resto de fotografías Simon Upton para House & Garden
Con cuanta ilusión he recibido tu vuelta. Siempre interesante. Muy de admirar las personas q mantienen patrimonios con tanto esfuerzo. Un abrazo
Hola, Laura: Preciosa historia y preciosa casa. Se nota el esfuerzo que han puesto por mantenerla ‘viva’ y acogedora (realmente curiosa la mesa camilla junto a la bañera). Se te ha echado mucho de menos por aquí, pero ya sabemos que todo lleva su tiempo así que ¡bienvenida de nuevo! Un beso!