
El secreto de Hermès
El secreto de Hermès para la elaboración de sus carrés está basado en la capacidad para conservar intacto el aspecto de los mismos desde que nacieron; si a esto le añadimos un diseño impecable, con una paleta de colores extraordinarios, la seda como materia prima y un acabado manual para rematar los bordes, no es de extrañar, que en la actualidad, se venta un carré cada media hora. Los motivos de sus estampados suelen ser múltiples: París, viajes a África, detalles country chic, narraciones oníricas, etc.
Con más de siete décadas de existencia, el carré de Hermès al igual que los bolsos Birkin o Kelly ha acabado convirtiéndose en una pieza icónica.
Me cuenta Constance que en el año 1937 Robert Dumás dio vida al primer pañuelo de seda ilustrado, se llamaba Jeu des Omnibus et Dames Blanches y ahora mismo nos sube la foto de este pañuelo en alguna de sus múltiples reediciones:
Y otro de los “clásicos Hermès” es este modelo de 1957: Brides de Gala; la brida del caballo, en este caso, va totalmente ligada a la tradición equina de la casa. Hermès inició su trayectoria como empresa fabricando arneses y sillas de montar:
El carré clásico está formado por 40.000 metros de hilo de seda. Su fabricación es totalmente artesanal. En la actualidad se lanzan 40 por año. La medida standard del carré es de 90×90 cm, aunque hay otras medidas 140×140 (en el caso de los chales de cachemira), 20×160 (Maxy twilly) , 45×45 (Gavroche). El precio del carré clásico de 90×90 ronda los 270 euros. Ahora bien, en el momento en que entra una de estas piezas en casa, pasa de madres a hijas.
A la hora de elegir un carré nos fijamos, inevitablemente y en primer lugar, en el color y luego en el diseño. Pero es importante, más de lo que parece, que nos lo probemos. Debemos plegarlo porque un pañuelo que desplegado nos muestra un diseño muy excesivo cambia completamente cuando esta doblado o anudado. ¿Cuántas veces nos hemos sorprendido con un vestido que colgado en la percha no nos dice nada y una vez puesto nos sienta de maravilla?, o viceversa.
El proceso de fabricación de un carré empieza con el dibujo puede durar seis meses, a veces un año, y no finaliza hasta que el resultado es aprobado. Una vez terminado, se envía a los talleres de Hermès en Lyon. Allí empieza el proceso de grabado: la parte artesanal y tradicional de la fabricación y un trabajo que puede requerir entre 800 y 2.000 horas. Posteriormente, pasa al estudio de los técnicos en color: un equipo que reinterpreta los colores propuestos por el dibujante.
Cada modelo se imprime en diez tonalidades distintas: a partir de este momento se decide cuáles pasarán a la impresión que se lleva a cabo en una sala inmensa, única en el mundo y equipada con tres mesas de 150 metros. Los rollos de seda blanca se despliegan y se extienden sobre las mesas, donde unas máquinas impresoras van aplicando un color a la vez. Finalizado este proceso, los técnicos despegan los carrés para secarlos al aire. Luego pasan a un proceso de lavado y secado, y finalmente, las costureras rematan el acabado elaborando un dobladillo, con una técnica propia de la casa (roulottage) que consiste en enrollar a mano un centímetro del borde del revés al derecho con hilo de seda. Antes de partir hacia las tiendas Hermès en todo el mundo, cada pieza pasará por una última inspección. Si encuentran un mínimo defecto, la apartan.
En la galería de fotos de hoy, Constance ha querido incluir varias fotografías del blog www.maitaispicturebook.com, su fundadora es una fan incondicional de los carrés y accesorios Hermès. La verdad es que vale la pena visitarlo y contemplar las fotografías con todos los estilismos que ella crea sobre sí misma para el blog.
Feliz fin de semana!


Fotos www.vintagemovement.blogspot.co.uk www.americanflaneuse.com www.parkandcube.com www.loftit abc.com www.maitaispicturebook.com www.hermes.com
Hola Laura: Qué curioso el proceso de elaboración. ¡Y qué estilosa la fundadora del blog! En invierno procuro proteger el cuello porque la garganta es mi punto débil, pero fuera de ahí, la verdad es que este tipo de complementos no me favorecen demasiado. Es una pena porque hay estampados preciosos, estos son una maravilla. Un beso!
Hola Isa, creo que lo de este post es psicológico: tengo anginas!!!!. El tema de los foulards es muy personal, hay
gente a la que les cuesta llevarlos y otros casi dormimos con ellos. Por otro lado, me cuesta mucho utilizar pulseras, apenas
llevo.
Yo soy adicta a los pañuelos. Estoy deseando que haga un poco más de fresquete para ponérmelos. Los que nos presentas tienen unos colores y unos diseños muy vistosos. Me ha gustado mucho uno naranja (el tercero) al que le asoma la cabeza de un ave 😉
Hola Lorena: el naranja me encanta también!
¡Nosotras, como Lorena, somos adictas a los pañuelos, Laura! Lástima no tener ningún Hermès porque son realmente preciosos y exclusivos. Nos ha encantado esta entrada, no sólo por la belleza de las imágenes, sino por lo que nos enseñas con tanto detalle de esa marca.
Muchos besos de las dos y feliz semana.
J&Y
Feliz Semana !!!