
Ananbô: papel pintado panorámico
¿Os imagináis las paredes del salón de vuestra casa cubiertas con murales con motivos de paisajes del siglo XVIII y ruinas clásicas? Ya estoy viendo a Constance, tumbada en la chaise longe, rodeada de paisajes orientalistas, con aire indolente y fumando como un carretero. Desde luego, no podrá decir que esta entrada le aburre, le parece monocromática o gris, porque hasta las grisallas que vamos a ver en esta entrada tienen algo especial. En Ananbô se dedican a fabricar papel pintado panorámico con distintos motivos, y además, lo hacen maravillosamente bien. Recrean los llamados “papeles de la India”, del siglo XVIII, de los que ya hemos hablado en otra ocasión. Muchos pintores europeos viajaron a Oriente donde pintaban acuarelas con paisajes que recreaban la flora y fauna de muchos de los lugares que visitaban y posteriormente los encuadernaban. Los “papeles de la India” llegaron a Europa a través de las Compañías de la Indias Orientales que se encargaban de comercializarlos. Estos papeles aun siguen fabricándose manualmente, lo que da lugar a que su precio sea muy elevado, sin embargo; al contrario de empresas como Gracie, Paul Montgomery, De Gournay o Zuber de las que también hemos hablado en este blog, Ananbô dispone de precios más asequibles porque, algunos de los modelos, se imprimen digitalmente y posteriormente son numerados; de esta manera, resultan más asequibles y el resultado es formidable. Estos papeles panorámicos (verdaderas obras de arte) se inspiran algunas veces en paisajes, dibujos y obras de Hubert Robert, Audubon, Huet, Clermont Andient, Robert Robinson y Thomas Daniel.
También recrean el estilo chinoiserie (ya me estoy imaginando a Constance en un salón repleto de gardenias trepadoras… no sería soportable aguantarla en ese ambiente) así como paisajes y arquitecturas utilizando la técnica de la grisalla.
La técnica de la grisalla (del francés grisaille) se basa en utilizar un único color que, por norma general, se trata de color gris, para conseguir un efecto de relieve. Aunque otras veces se utilizan tonos sepia, y en otras ocasiones, se salpican otros colores sobre el gris. La grisalla empezó a utilizarse en la Edad Media, aunque su uso se generalizó en Francia en el taller del pintor y escultor André Beauneveu. Algunos escultores, utilizaban esta técnica para realizar sus bocetos, por el efecto de volumen que aporta a las pinturas. Si observamos alguna grisalla, a veces, tenemos la impresión de contemplar una escultura. También se usaba en marcos, para sustituir esculturas o elementos de arquitectura (el efecto es extraordinario).

El Bautismo de Cristo, fresco en grisalla de Andrea del Sarto, en el Chiostro dello Scalzo, Florencia (1511-1526)
Otro detalle a tener en cuenta: en algunos paisajes antiguos utilizan el efecto patinado. Aquí os dejamos una muestra:
Estos papeles, se adaptan a cualquier ambiente y a cualquier decoración. Con una habitación así, no hace falta nada más. Dice Danvers que… “hay que atreverse”. Condiciona bastante y obliga a prescindir de muchos objetos (pinturas, láminas). Los textiles, forzosamente, deberán ser monocromáticos, salvo excepciones. Los espejos suelen quedar bastante bien, entre otras cosas, porque no sobrecargan demasiado. Con respecto al mobiliario, quedan bien con muebles clásicos y muebles de diseño contemporáneo. En casas de arquitectura moderna, a veces, hasta lucen más. En fin… me pregunto si alguien se atreve. Pasamos a la galería.
¿Os ha gustado esta entrada?… si es así , os damos las gracias por compartir.
Feliz fin de semana.

Varanasi couleur

Mandalay

La place de la grande horloge

La place de la grande horloge

Bengale

Les jardins de Montesino

Panneau Udaipur

Le jardin au flamant rose couleur

Voyage à Nankin

Pins et cyprès

Nankin couleur grande largeur Paysage chinois coloré

Jarawa noir et blanc

Acacias

Louveciennes

Pins et cyprès

Les pêcheurs de l’Okavango couleur
Fotos
www.ananbo.com
Hola Laura: Claro que me atrevería, qué preciosidad! Pero no con todos: admirarlos fuera es distinto a adaptarlos a una casa y conseguir, además, que el resultado sea hermoso. Me inclinaría por aquellos más discretos en sí pero que contrastan con el color del sofá, (por ejemplo, el sofá morado). También el siguiente a ‘La place de la grande horloge’, Bengala y pinos y cipreses. Un post genial. Un beso!
Gracias Isa; me inclino por las grisallas. No me cansan. Desde luego, me encanta verlos aunque para decidirme a algo
así, tendría que pensarlo más de cuatro veces. Un beso